Por: José Luis Flores Cervantes
Con afecto y pleno respeto para usted, para ti
Nuestro México pasa por un momento que en términos de población no volverá a repetirse, cuenta con la población más numerosa de jóvenes. Tres de cada diez habitantes tienen entre 12 y 29 años y muchísimos de ellos ya padres de familia, aún muy jóvenes. Son 34 millones de jóvenes. Sin embargo el bono demográfico que se traduce en suficientes músculos, entusiasmo, ingenio, innovación, alegría y esperanza; se encuentra en condiciones de desventaja, pues las políticas, programas y presupuestos no les están favoreciendo.
La mitad de los jóvenes que viven en este país son pobres y una cuarta parte tiene vedado el acceso al trabajo y al estudio. El 60 % son mujeres que preponderantemente se dedican a los trabajos del hogar mientras que sus pares varones se les conforma con empleos chatarras y fugaces.
Con estos datos no resulta difícil concluir que las oportunidades para este grupo poblacional parecen canceladas, y no solo para ellos, sino también para sus hijos.
Los condenados al ocio, marginados, discriminados, excluidos, señalados, etiquetados, los que hacen filas y filas para conseguir un empleo reservado para otros, solicitan por año y semestre un lugar en una pupitre escolar que les es negado. Son los primeros damnificados de un sistema económico, político, social y globalizado.
Con más frecuencia de la que nos podamos imaginar, se recurre a invisibilizar la compleja situación de millones de jóvenes mediante un “es que no tiene aspiraciones” pero pocos saben que han buscado un oportunidad que le ha sido negada una, otra, otra y otra vez. El sistema les condena a ser pobres y resignarse a claudicar, a eliminar su espíritu emprendedor, su entusiasmo, su fortaleza, su porvenir y futuro.
Por otro lado y tristemente, no tengamos esperanzas en nuestro sistema de gobierno, pues tienen pocas habilidades para entender y atender estas problemáticas y situaciones de desventajas sociales de muchas y muchos en el país, en los estados y en las ciudades.
Pues los espacios de los gobiernos se caracterizan por lo que Denise Dresser llama “el capitalismo de cuates” que dice Denise, está basado en la relación incestuosa entre el gobierno y la clase empresarial y se da en países como Indonesia, Rusia o México. Está basado en las relaciones y los negocios.
Esta visión es tan clara y contundente en nuestro sistema gubernamental que con mucha facilidad se identifica en el ámbito nacional, el ámbito estatal y el ámbito municipal.
Recurrentemente los gobiernos salen a compartir migajas que ayudan temporalmente a los más pobres mientras que en sus oficinas resplandecientes, sobre sus escritorios pulcros y brillantes se gestan los negocios más lucrativos para unos cuantos a expensas de los que menos tienen. Negocios que favorecen a los que sí tienen.
Qué triste es darse cuenta que la cobija, la despensa, el show artístico, el cantante popular, el pollo, la leña, el bulto de cemento, las audiencias de encuentros populistas que no resuelven nada de fondo, etc. etc. les sale carísimo, pero carísimo a los más pobres.
Qué ironía… en esta querida ciudad los que menos tienen son los más cumplidos en el pago de sus impuestos, pero también sobre ellos se deja ver con fuerza los abusos de un sistema de gobierno… Por ejemplo; son los que menos tienen los más cumplidos en pagar oportunamente el predial; mientras que a terratenientes les reintegran sus pagos por este mismo impuesto. Los que menos tienen pagan sus servicios: el agua, la luz, el teléfono. Pagan la multa y hasta el engomado ecológico, las multas abusivas y ventajosas de transito, el impuesto por el estanquillo y la tiendita de abarrotes, pagan las multas por las detenciones de sus jóvenes y adultos que son presentados ante un Juez de barandilla de la Secretaría de Seguridad Pública bajo el argumento de tener una apariencia de ser sospechoso a los ojos de la autoridad… ¡Su único delito es ser pobre!
Pagan las multas y hacen el peregrinaje burocrático para recobrar sus baldes y botes de elotes, tamales, camote y las hieleras de los burritos, pues al quedarse sin empleo salieron a ganarse la vida y se encontraron a una autoridad poco comprensiva y abusiva que lejos de fomentar, obstaculizan las maneras dignas de ganarse la vida. Una autoridad que carece de mecanismos prontos para el fomento de estas actividades a veces temporales mientras se encuentra un empleo formal…
La pobreza, para muchos la miseria, es una constante amenaza de muerte y es mucho muy poderosa, con mucha frecuencia la vida es reducida a su condición de supervivencia sin ninguna posibilidad de un desarrollo auténticamente humano. Estas condiciones acercan a millones de personas más a la muerte que a la vida. No tenemos que voltear al sur, que también me puede (y nos debemos ocupar) en Juárez la tenemos.
La precariedad de la vida en cuya construcción participa activamente el sistema-gobierno y sus instituciones, ha de ser un elemento que habremos de no perder de vista y que cada vez que ampliamos la oportunidad para un niño, para una niña, para una mujer, para un joven, para una joven, para un hombre, para un adulto mayor, para una persona con discapacidad… estamos en camino.
Una triste realidad del actor de enfrente…
Una oportunidad para tener en mente…
Aún estamos muy, muy lejos de contar con gobiernos los suficientemente honestos, conscientes, responsables, profesionales y formados para generar las políticas públicas, leyes, reglamentos, programas y proyectos; y asignar responsablemente los presupuestos que se conviertan en acciones que garanticen una vida digna a todas y todos, que permitan que se amplíen las oportunidades. Que su trabajo sea administrar de una manera eficiente, responsable y transparente los recursos de la ciudadanía, que la ciudadanía lleve mano y que si hay inconformidad sea atendida mediante el dialogo, concluyendo en la suma de voluntades y recursos para desarrollar un sentido de armonía, identidad, pertenencia y desarrollo.
Amigas, amigos hay muchos caminos que andar desde estos desiertos, hay muchas sombras que esconden luces, gracias por ser esos que nos acompañamos a seguir esas luces.
Amigas, amigos, somos los que estamos, estamos los que somos. Me atrevo a compartir estas reflexiones sabiendo que ustedes son personas sumamente comprometidas con el tiempo y la historia de esta ciudad.
Con este compromiso que les caracteriza les pido que estemos alertas y participantes, que hagamos, que digamos, que aprendamos, que le abonemos a seguir construyendo mejores escenarios para quienes habitamos esta querida ciudad.
Consciente que las transformaciones para bien de la ciudad requiere de la participación de muchos actores, me congratula conocerles y reconocer en ustedes: el actor que está en camino, que se mueve, exige y reclama desde una mirada abarcativa e incluyente. Me Congratula que cada vez somos más en número y más diversos en las diferencias transitando juntos…
Gracias por caminar juntos, gracias por juntarme a caminar con ustedes, gracias por juntarme a caminar contigo.
Por su tenacidad, su empeño, su coraje, gracias.
A ustedes mi agradecimiento y reconocimiento.
Gracias por tener la firme convicción de que habremos de hacer todos los intentos de dejar un mundo mejor de cómo lo encontramos…
Lo mejor para este ya iniciado 2013.
Un abrazo fraterno y sincero de todo corazón.
JuárezDialoga ha invitado a José Luis Flores por su vasta experiencia y gran compromiso con la sociedad civil y Ciudad Juárez donde participa en distintos frentes y discusiones en pro de mejores condiciones de vida para diversos grupos sociales vulnerables en la ciudad. José Luis fue director ejecutivo del Consejo Ciudadano por el Desarrollo Social.