Derrumbar el Barreal, sentará un precedente que a la postre se pudiera considerar para otras zonas de la ciudad, que ponen en riesgo a quienes las habitan.
Un caso concreto es el de Riberas del Bravo que bordea el canal de aguas negras. Un foco de infección que hace imposible la vida para los moradores de esa serie de fraccionamientos.
Por supuesto, también es precedente el hecho que pese a intentos fallidos de recuperación del lugar mediante inversión pública infructuosa, se destruya el Barreal. Lo mismo puede suceder en Riberas del Bravo y de una vez por todas en lugar de seguir invirtiendo recursos buenos en lo malo, derruirlo, y no como hasta ahora que se insiste en recuperar lo irrecuperable.
Los diversos estudios realizados para determinar hacia donde y como debería crecer Ciudad Juárez, en mucho no han sido respetados y, por el contrario, se ha alentado el desorden y la especulación del uso de la tierra en esta ciudad.
Es importante de una vez por todas parar en seco aquello que se ha hecho mal, y reconocer, que se ha equivocado el favorecer tanto a intereses particulares.