Todos estamos horrorizados, indignados. Pero inyectándole un poco de razón a lo que ha sucedido en Iguala con los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, no es más que el resultado lógico de una serie de acciones, de omisiones, de procesos, de situaciones que se viven en nuestro país:
De los vacíos de poder del Estado, como dice Edgardo Buscaglia, que permiten que las organizaciones criminales controlen, operen, se apoderen de amplios territorios en nuestro país. Así sucede, no sólo en la Tierra Caliente, de Guerrero, en la de Michoacán, en la frontera de Tamaulipas y en varios municipios de Chihuahua, aunque se diga lo contrario.
De la complicidad abierta de políticos importantes con las organizaciones criminales. Varios de ellos, del PRI y del PRD, acaban de ser exhibidos entrevistándose con “La Tuta” en Michoacán, o los del PVEM que apoyaron a Héctor Beltrán Leyva, “el H”. O el gran respaldo brindado por la corriente “Nueva Izquierda” a Abarca, el edil prófugo de Iguala, cuñado de un capo de los “Guerreros Unidos”.
Ahora vemos que la que se llama “izquierda civilizada” es la que propició que llegara al poder absoluto el que comandó la barbarie. Con razón el mismo Buscaglia señala que “el corazón de la delincuencia son los políticos”, y pronostica que el fenómeno empeorará y sólo actuarán los legisladores cuando se posesione de ellos el terror de ser los siguientes.
El que en Iguala controlaran la policía municipal y parte de la policía estatal de Guerrero, no es sino un ejemplo más. Lo mismo se ha demostrado con varios casos de Michoacán y el Estado de México. En Chihuahua mantiene la “policía intermunicipal” en el noroeste de la entidad. Y ha colocado funcionarios clave en varios ayuntamientos de la región.
De la inacción, omisión o de plano complicidad del sistema federal de seguridad pública y de procuración de justicia. ¿Será tan incompetente el aparato de inteligencia federal que no se da cuenta de todas las complicidades y controles criminales que hemos enlistado? ¿Cómo es que tienen el servicio de satélites que les permiten fotografiar hasta el mínimo detalle de los cultivos ilícitos o lícitos y no pueden rastrear los operativos asesinos? Si es por incompetencia, malo, y si es por miedo o por complicidad, peor.
De la impunidad imperante en el país. Las capturas de Beltrán Leyva o la más reciente de Vicente Carrillo Fuentes, “El Viceroy”, no resuelven el problema de la falta de castigo para la mayoría de los crímenes que se cometen en este país. Al contrario, se perciben como cortinas de humo cuando los asesinatos y demás crímenes se siguen disparando.
De la incapacidad de los diferentes regímenes de terminar con las crónicas condiciones de desigualdad y de pobreza que mantienen a México como el peor país de la OCDE en esos rubros y como el que, en el contexto latinoamericano, menos avanza en igualdad y mejoramiento de las condiciones de vida. Guerrero es el estado que figura siempre entre los tres últimos lugares del país en cuanto a satisfacción de los derechos básicos de la población.
Del clasismo y racismo con que se trata a los estudiantes de las Normales Rurales, sobre todo en el Sur del país. No sólo Ayotzinapa, en Guerrero, la de El Mexe, en Hidalgo o Tiripetío en Michoacán. Se trata de hijas e hijos de campesinos e indígenas, de muchos de los municipios más pobres de sus respectivos estados. Ven en las normales rurales la única posibilidad de superar la miseria y ayudar a sus comunidades. Su activismo desatado es la única forma de conseguir subsidios para que sus planteles y ellos mismos sobrevivan y puedan obtener una plaza de maestros. Algunos los acusan de estar sobre ideologizados, pero pocos se ponen a pensar que esa ideología es un reflejo directo de la pobreza, la injusticia y la rabia que ellos y sus familias han vivido por generaciones. Podrán caer en el vandalismo, pero como declaró uno de los padres de ellos a La Jornada: “Que los castiguen por eso…pero por qué los desaparecen y los matan?”.
Las condiciones están dadas en este país para que se repliquen ayotzinapas por todos lados. Por eso son inexcusables el silencio y la inacción ante este crimen de Estado contra este crimen de lesa humanidad.
JuarezDialoga ha invitado a Víctor M. Quintana S. como colaborador articulista por su amplia trayectoria al participar en diversos movimientos sociales, como el Frente Democrático Campesino (FDC) y el Barzón, entre otros. Porque como académico ha publicado varios libros, entre ellos: ‘Movimientos Populares en Chihuahua’, en coautoría con Rubén Lau Rojo, UACJ 1991;’Elecciones con Alternativa’, libro Colectivo, La Jornada Editores, 1993; ‘Familia y Trabajo en Chihuahua’, en Coautoría con Luis Reygadas y Gabriel Borunda, UACJ 1994; ‘México Una Agenda para Fin de Siglo’, libro colectivo, La Jornada Editores, 1996.