Lamentablemente voté por usted, me ha dolido hasta lo más profundo de mi corazón, porque soy un Juarense, enfermizamente Juarense, que creyó ciegamente que estando otro juarense en la gubernatura le haría justicia a mi ciudad, pero no sucedió, y créame, los 66 municipios restantes me importan poco, lo que realmente me mueve es mi ciudad la que más Producto Interno Bruto (PIB) aporta al estado, sobre los hombros de esta metrópoli descansan más de 50 municipios que se benefician de sus impuestos, de la maquila y de todo lo que se manifiesta económicamente para el estado. Una ciudad que ahora es ninguniada por un sátrapa indiscutible.
Si, es verdad, hay medios de comunicación muy dolidos por haberles suspendido el chayote y le hacen daño, el principal periódico, consuetudinariamente soporte de los priístas está enojado, pero usted no ha dejado de cometer pifias y de hacer ridiculeces, “de por sí el niño es pedorro y usted dándole frijoles”. Su conducta evidentemente sórdida no permite ofrecerle alguna defensa, no es posible. Cómo ayudarle, como defenderlo, hasta vergüenza me da decir que voté por usted, pero acepto que me equivoqué.
Creí que sacando a las ratas del PRI cambiarían las cosas, voté enojado en contra del sistema dinosáurico, pensé que con mi voto vería al ex gobernador en la cárcel, no ha pasado, pero también lo entiendo y se que ya no está en sus manos, pero tampoco el gobierno del estado lo está, se le salió de control, y en lugar de ser humilde, recular, bajarle el tono a su discurso, regenerar nuevas ideas, aliarse, hacer equipo, produce soliloquios estériles con altos contenidos de arrogancia, la gente esperaba un acto de humanidad, de empatía, pero por ningún lado se ven ganas de bajarse de su pedestal, lo veo por las nubes, mas inalcanzable que Luis Miguel, además lo siento con muchas ganas de sacudirse al alcalde de Juárez, independientemente de lo malo o bueno que éste sea, usted tiene la inmanente obligación de orquestar el trabajo de la obra pública, la salud, la educación, pero sobre todo, y en este momento, de la seguridad.
Usted dibuja un estado que no existe, que solo lo alcanzan a ver sus huestes panistas, bendicen y atisban de triunfos, metas y logros fantasmagóricos, algo que en Juárez no se alcanza a percibir en la más mínima visión poética. Su cosmovisión está obnubilada por el poder, no escucha, no ve, y quien quiera hacer que vea, resulta que está en su contra, es un enemigo, es priísta o es un medio de comunicación revanchista. Desde esta insignificante palestra le digo: la está cagando, no ha tenido gracia ni para asistir a un funeral, pero se jacta, o más bien se exhibe ocupándose en frivolidades ¿Dónde está su espíritu cristiano, en dónde queda el lado humano, cómo les dará ánimos a las fuerzas estatales si ni siquiera tiene un mínimo acto de compasión? Si, tiene todo el derecho a vacacionar, a correr, a tener mascotas, a viajar y apoyar a sus partidarios, pero el estado, su estado, debería ser primero, no obstante, los mensajes que nos manda, son otros, completamente contrarios a los que esperaríamos de un estado en crisis.
Piense señor Corral: ¿Que estarán sintiendo las madres de cada policía estatal, de cada ministerial sacrificado? ¿No cree que ya es prudente que haga acto de presencia en los hogares de esos padres? ¿Porqué no entiende que eso ya no es la crítica de los medios ardidos? …es prudencia, es cuestión de humanidad, pero parece concurso de regalos, no pasa una semana sin que exhiba sus miserias humanas, sus desatinos están en los memes, en los cartones, en la voz de la gente de a pie, en donde sea se oyen críticas, cada ocho días le pone una raya más al tigre, pero no parece importarle, usted y su equipo de comunicación ganarían la copa de la idiotez gubernamental si fueran al concurso mundial. El único asesor que le ha servido es el que le enseña a correr, los demás padecen de una visión o muy cóncava o muy convexa, ¿Cómo le hizo para conformar un equipo completito de ilusos? ¿En que momento se armó de paleros que solo se encargan de ponerle vix vaporrud en los ojos?
Resulta de los más abyecto que aparezca con Carmen Aristegui haciéndose el sufrido, lamentándose cada vez que puede de su carácter de gobernador despojado, de robado, de un humilde servidor público del que se han aprovechado. Entendemos esa parte de que lo dejaron sin dinero, pero ya pasaron dos años, ¿Además en dónde se quedó su calidad humana, su sentido de amor por la vida, en donde quedó la empatía, el dolor por los otros? pues mientras sus policías eran velados usted posteaba cosas de su gato. ¿Qué no siente nada? ¿De qué está hecho? ¿No es usted un panista cristiano? Y aunque no lo fuera, ¿Porqué actúa como si aquellos merecían ser asesinados? ¿Puede entender eso, lo percibe, no le angustian los hijos de aquellos que ya no verán a sus padres y que dieron su vida por una sistema que les mal paga?
No sabe cuantas veces recomendé a los conocidos que vieran las felpas que le aplicó a Duarte en el Congreso de la Unión, una y otra vez me regocijé verlo perorando de manera magistral, es usted un orador ejemplar. Ahora caí en cuenta que no es lo mismo ser tribuno que ejercitar la gubernatura, hablar es lo suyo, no detecté ni un error de dicción en ninguno de los discursos en contra del entonces diputado César Duarte, los errores de dicción eran preferibles que verlo hacer el ridículo como mandatario. Hablar es una cosa y entrarle a los madrazos es otra, creo que en esta administración se lo he he aprendido, y se que muy en el fondo desea ser presidente de la Republica, pues debe de saber que está logrando sepultar lo poco que quedaba de su partido, al igual que el PRI, usted y los añicos del APN pasarán a la historia como otro más de los animales del pleistoceno que requieren ser enterrados con piedra y lodo.
Cuando asistí a la escuela de derecho, usted fue noticia por la capacidad e inteligencia ya que obtuvo su titulo con un examen a titulo de suficiencia, mientras su servidor permanecía en una banca por 6 años usted hizo la carrera en un solo examen, eso me llenó de sorpresa y me obligó a considerar que definitivamente es usted una persona brillante. Sumado a ello, su aguerrida forma de combatir a Televisa con sus discursos le ganó respeto, los hizo trastabillar, y con ello desencadenó todo un gran trabajo para desarmar a los grandes monopolios de la comunicación, en buena parte se le debe a sus peroratas, a los argumentos que fueron de colección, irónicamente hoy en día Televisa-Chihuahua es la única compañía que le aplaude, -¿Qué cosas no?-. Y ese no es el problema, de hecho no hay ninguno, si usted decidió por ellos, para que difundieran toda la actividad del jefe del gobierno, ¡mucha suerte! Pero ahora resulta que a Televisa le debe de estar faltando material para difundir eventos como su asistencia a los funerales de los alcaldes asesinados, de los defenestrados, de los policías muertos, de los que con su sangre le están haciendo el caldo gordo al PM y a otros medios que se regocijan de que las cosas le salgan mal.
Lo más seguro es que no esté dentro de sus planes ofrecer disculpas ni condolencias, y lo que si es seguro es que lo escuchemos con Aristegui hablando de la Coneja, de Duarte y de los contubernios entre EPN y la PGR. ¡Qué desesperación! -me da la impresión de que tiene el corazón tejido de estiércol- y que nada le conmueve, que su tozudez está a prueba de cementerios clandestinos de secuestros, de quema de negocios, nada lo hace humanizarse ni decir aunque sea un mensaje de condolencia, dirá que ese es un papel que le corresponde a César Peniche; soberano error, le corresponde al jefe del estado, sin embargo lo peor es que ni uno ni otro sueltan una sola palabra de compasión.
Ante la impotencia de dominar a los grupos armados, lo mínimo que podría hacer sería plantarse ante las familias flageladas que han muerto en el combate a las drogas, ofrecer apoyo espiritual, seguridad social y disculpas, pero su condición de rico-nuevo ha construido una pirámide de soberbia, actúa como un aborrecido buchón que se gasta la vida buscando la clase, cuando ésta no se compra, se nace con ella. La estrategia es buena: jugar golf, ahí encontrará a decenas de acaudalados empresarios que le saludarán, -ojo- por ser el gobernador, más no por ser fino. Ejemplos para relacionarse y buscar socios, hay muchos, váyase al Rotario, al Club de Leones, compre membresía en el Campestre de Juárez, pero deje de usar su investidura para jugar al relacionista.
Los empresarios requieren dorarle la píldora para ganar alguna simpatía -podría ser algún contrato- pero deje que termine su mandato, y lo ignorarán como se ignora al que no pertenece a la estirpe, porque la clase no se provee ni con el dinero, ni con las pinturas de colección ni jugando golf, eso no le gana absolutamente nada, de hecho su pésimo gusto para vestir y su bigote de macho mexicano, lo delatan, para tener clase se necesita más que unos bastones, y un campo repleto de zacate, además es del Barrio Alto y lo lleva en la sangre, lleva en su ser los polvos periféricos de Juárez, por ello debería de ser un hombre humilde, pero no lo es, y ni el golf, ni el mejor reloj, ni el auto más fino, le dará esa clase que busca, porque la roña que usted lleva, no es en los codos, es en el corazón, y por favor, no se crea que los 300 empresarios que desplegaron su nombre en el Reforma son sus amigos, no sea güey, déjeme decirle que le están sobando el lomo como al caballo antes de montarlo, muchos de ellos le aplauden pero también lo escupen cuando se voltea, le hacen la barba porque necesitan hacerlo, nada les cuesta poner diez pesos y aceptar que su nombre aparezca en un desplegado, cuando saben que los convertirán en cien.
Ramón Quintana Woodstock, es columnista y comunicador en radio. Fotógrafo aficionado. Lic. en Derecho, Psicología y Comunicación.