El llamado mundo occidental es mayoritariamente cristiano. Son cristianas todas las iglesias que aceptan a Cristo como un ser divino. La iglesia cristiana mayoritaria es la Iglesia Católica Romana. Las personas son bautizadas, ordinariamente, cuando aun son tan pequeñas que no pueden entender el significado del acto y son inscritas inmediatamente en estadísticas burocráticas.
Cuando crecen, muchas se alejan de las creencias de su iglesia. Un número nada despreciable se mantiene fiel y unas pocas personas se interesan por conocer de la mejor manera posible la filosofía que caracteriza a su grupo religioso. Estas últimas son las más visibles, ya que son quienes suelen participar en debates públicos callejeros, en programas de radio y en programas de televisión. A veces son, al mismo tiempo, trabajadores de empresas de comunicación y no pocas de estas personas usan su puesto laboral para hacer proselitismo.
Aunque parecen idénticos, creyentes y fanáticos son muy diferentes; la postura de los primeros es digna de respeto, ya que se trata de sus convicciones, de su fe cuyo derecho está protegido, incluso, por la Constitución General de los Estados Unidos Mexicanos (Arts. 1 y 24). La postura de los segundos no merece ningún respeto ya que intentan imponer, por la fuerza, el chantaje y el miedo, su manera de pensar. Son personas autoritarias, con rasgos antisociales, incapaces de tolerar otra visión de la realidad si no es específicamente la suya.
Propongo estas diferencias:
Personas creyentes
1.- Si alguien no cree lo mismo que ellos, se mantienen serenos, tolerantes con quien disiente y hasta respetuosos. Creen que hay varias maneras de acercarse a la verdad.
2.- Su relación con la divinidad es eclesial. Se da en comunidad de iglesia.
3.- Aceptan que también hay pecados sociales como mantener en la pobreza y/o la ignorancia a la mayoría de la población.
4.- Los pecados contra la justicia son vistos como los más graves, por sus consecuencias.
5.- Proponen su fe si alguien se interesa en ella.
6.- Se comprometen en la autopromoción social. Tratan de evitar el asistencialismo, que es una manera bastante irrespetuosa de relacionarse con las personas desvalidas.
7.- Tratan de vivir conforme a lo que creen, de la mejor manera que les es posible.
8.- Confían en las fuerzas naturales y la razón. Confían en los avances científicos y reconocen el progreso que la ciencia ha traído a la humanidad.
9.- Creen en una divinidad infinitamente amorosa, capaz de perdonar los errores humanos.
10.- Respetan el Estado laico. Aceptan que los poderes civiles deben tener libertad de acción para crear leyes justas. Diferencian claramente entre leyes que son de acatamiento obligado por todas las personas, de los pecados que pertenecen al fuero interno de cada persona.
Personas fanáticas
1.- Si alguien no cree lo mismo que ellos, caen fácilmente en ira. Amenazan con facilidad. El infierno está siempre presente en su discurso.
2.- Su relación con la divinidad es personal. Les gusta usar frases como “mi Dios” e incluso pueden llegar a creer que él les habla directamente.
3.- Creen que solamente hay pecados personales y se preocupan de su propia salvación y de la salvación de las personas cercanas. Con frecuencia creen que muchas personas serán condenadas después de la muerte.
4.- Los pecados sexuales son vistos como los más graves y convierten las prohibiciones sexuales en tema constante.
5.- Tratan de imponer su fe a todo mundo. Caminan calles y calles tocando en las casas, interrumpen la conversación ajena y no pierden oportunidad de “llevar la palabra” dondequiera que pueden.
6.- Hacen solamente compromisos personales. Se mantienen ajenos a los problemas sociales que no estén relacionados con el avance de su iglesia.
7.- Tratan de que todo mundo viva como ellos creen. Se presentan como modelos de vida.
8.- Buscan explicaciones milagrosas a todo. Cualquier evento es interpretado a través de algún pasaje bíblico y le buscan una interpretación sobrenatural.
9.- Creen en una divinidad castigadora. Hablan más del temor de Dios que del amor a Dios; hablan más del castigo eterno que del perdón eterno y la misericordia divina.
10.- Tratan de crear un Estado confesional que apoye sus intereses de grupo.
Por supuesto que un análisis tan pequeño no agota la complejidad del fanatismo como fenómeno emocional y social, ni mucho menos. Sin embargo tiene su utilidad sobre todo ante la falta de estudios en este rubro. Un análisis, aun tan pequeño como éste era imposible de hacer hace pocos siglos ya que hubiera sido considerado herejía, como era considerada cualquier crítica que se hacía al poder de la Iglesia y ponía en riesgo no solamente la libertad, sino la vida de su autor. Afortunadamente, para todos y todas, vivimos una realidad diferente. Depende de todas y todos no regresar al oscurantismo.
JuárezDialoga invita a Efraín Rodríguez a participar como articulista por su compromiso con la sociedad de Ciudad Juárez. Efraín es maestro en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y entre otros, ha incursionado desde hace muchos años en los medios de comunicación participando en una variedad de temas, pero sobre todo, para desde su profesión como sexólogo promover la aceptación de la diversidad sexual.