El Pasado sábado 13 de julio, al joven Juan Carlos Mendoza se le impidió la entrada al centro nocturno Dalai Club&Bar de esta ciudad so pretexto de reservarse el derecho de admisión. En realidad, el joven fue discriminado por su apariencia física, acusa en un comunicado que es respaldado entre otros, por más de una docena de organizaciones civiles defensoras de los derechos humanos, de las diversas comunidades gay, de organismos que trabajan con la salud sexual, etc.
El motivo, dice en el comunicado, fue “portar 5 piercings en diversos puntos de mi cabeza”.
Para Juan Carlos Mendoza eso es violatorio de diversas leyes tanto internacionales, nacionales y locales; y si no se denuncia, alude a que ocurre el riesgo de seguir sucediendo por empresas privadas en aras de un supuesto derecho de admisión.
Así, dice que el “Dalai Club & Bar, un lugar de convivencia conocido en Ciudad Juárez como “gay”, por obligación moral debería enaltecer en un amplio sentido el respeto a la diversidad de clientes a los que les brinda sus servicios. Mientras tanto no sea así, las personas gay o gayfriendly deberíamos de repensar nuestra asistencia a estos lugares que mantienen políticas discriminatorias y no dudar en presentar las denuncias ante las instancias correspondientes.”
A continuación el comunicado íntegro de la denuncia:
Discriminación por apariencia física en Centro Nocturno de Ciudad Juárez
El día sábado 13 de Julio de 2013 a las 22:40 hrs aproximadamente, me fue negada la entrada al establecimiento “Dalai Club & Bar”, el cual está ubicado en Av. Gómez Morín 7004, Plaza Santa Rita en Ciudad Juárez, Chihuahua.
El motivo, portar 5 piercings en diversos puntos de mi cabeza. En la entrada del establecimiento, dos personas encargadas de la seguridad del lugar, me abordaron y me solicitaron retirarme las piezas como condicionante para accesar al lugar. Les expliqué que eso era un acto discriminatorio y solicité hablar con la gerencia, una vez que la gerente (o encargada) salió y le expliqué nuevamente el suceso, se me permitió entrar hasta la taquilla. En la taquilla nuevamente soy abordado por otro personaje (el cual no se identificó a pesar de que le solicité su nombre) diciéndome que se reservan el “derecho de admisión” y que hasta que no tengan una denuncia seguirían negando la entrada a su parecer. Por ello, no me iba a dejar pasar. Salgo del establecimiento y con la intención de documentar gráficamente empecé a tomar fotografías y violentamente la seguridad del establecimiento, intentó quitarme mi teléfono móvil. Por fortuna, logré evitar que lo hicieran y me retiré del lugar.
Por ahora, ya he presentado una denuncia ante la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) y ante el Consejo Nacional para Prevenir y Eliminar la Discriminación (CONAPRED) por el acto discriminatorio de Dalai Club & Bar hacia mi persona.
En la República Mexicana, así como en el estado de Chihuahua, la discriminación (como lo es por la apariencia física, en este caso) está contemplada como un acto negativo. Por citar un breve marco legal encontramos el derecho a la no discriminación en nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, en la Ley Federal de Protección al Consumidor, en la Ley para Prevenir y Eliminar la Discriminación en el Estado de Chihuahua y en el Código Penal del Estado de Chihuahua (que incluso cataloga la discriminación como un delito).
Por ende, el argumento perversamente utilizado por algunos establecimientos de “reservarse el derecho de admisión”, es totalmente ilegal y contradictorio a las leyes anteriormente mencionadas. Ningún reglamento de una empresa, debe ser violatorio a las leyes nacionales, estatales e incluso de los convenios internacionales que México ha firmado en materia de discriminación.
Las prácticas discriminatorias podrán continuar si la ciudadanía no las denuncia y si el Estado no resuelve las denuncias o quejas presentadas. Avanzar en respetar a la ciudadanía en sus diversidades y el respetar la leyes, nos vuelve una sociedad incluyente y con grandes principios de civilidad.
Dalai Club & Bar, un lugar de convivencia conocido en Ciudad Juárez como “gay”, por obligación moral debería enaltecer en un amplio sentido el respeto a la diversidad de clientes a los que les brinda sus servicios. Mientras tanto no sea así, las personas gay o gayfriendly deberíamos de repensar nuestra asistencia a estos lugares que mantienen políticas discriminatorias y no dudar en presentar las denuncias ante las instancias correspondientes.
M.C. Juan Carlos Mendoza
jcmendozap@hotmail.com
Asociaciones que respaldan el comunicado: