Hasta ahora se ha estudiado poco el fenómeno de la homofobia y su impacto en diferentes ambientes. Es necesario dedicar tiempo y esfuerzo a la visibilización de este fenómeno que por pertenecer a la cultura ha sido pasado por alto durante mucho tiempo, ya sea porque se le considere una reacción normal o porque no se le dé la importancia social que merece. La comprensión de la gravedad de la homofobia es indispensable para que podamos combatirla ya que ésta es de un carácter gravemente antisocial.
Se entiende por bullying escolar el acoso u hostigamiento dentro de los ambientes escolares, particularmente por parte de compañeros o compañeras. El hostigamiento se da por discriminación contra personas percibidas como débiles ya sea personal o socialmente; el bullying es uno de los fenómenos sociales de odio.
El impacto que puede tener el bullying en la auto percepción de la víctima es algo que comienza a estudiarse ya que el fenómeno, si bien añejo, apenas se está visibilizando socialmente. Sin embargo, tomando en cuenta que para muchos autores de la psicología profunda el ser humano construye la percepción de sí mismo a partir de la manera en que es percibido interpersonal y socialmente y que las víctimas de bullying escolar se encuentran en etapa de formación de su personalidad, el hecho de sufrir hostigamiento puede ser demoledor en especial cuando el hostigamiento se da por homofobia.
La homofobia es un fenómeno cultural extendido en todo sistema patriarcal sexista, como el nuestro, por lo que todos y todas, quienes más, quienes menos, estamos contaminados de homofobia.
Una de las causas de la homofobia es que hemos aprendido a pensar en una lógica binaria, en un sistema dualista que solamente ve los extremos: se es hombre o mujer, homosexual o heterosexual de manera estereotipada, es decir: hombre-masculino-heterosexual, mujer-femenina heterosexual.
La lógica binaria no permite, en el imaginario social, la existencia de otras realidades como hombres heterosexuales afeminados, mujeres heterosexuales masculinizadas, hombres homosexuales varoniles o afeminados, mujeres lesbianas femeninas o masculinizadas, hombres o mujeres transgénero y muchas otras. Las personas que escapan a la lógica binaria son vistas como “diferentes”, ellas se sienten diferentes y son más atacadas por la homofobia que la mayoría.
La existencia de personas ajenas a esa visión sexista binaria atenta contra un sistema construido en base a intereses de normalización sexual más que a la realidad humana. Es por eso que a este sistema sexista le sea indispensable la homofobia para, a través del odio, tratar de normalizar, así sea solamente en el imaginario social, la sexualidad de las personas.
Para mantener este dispositivo político de la distinción de los sexos, el sistema recurre a la homofobia social de la que todos y todas somos víctimas, pero de una manera particularmente grave lo son las personas cuya sexualidad (identidad de género, deseo, orientación sexual, comportamiento, etc.) no es acorde a lo que la sociedad heterosexista entiende por normal. En estos casos la homofobia y, de manera especial, el bullying escolar homofóbico suelen ser devastadores.
Hay varios estudios que relacionan la homofobia, que sufren particularmente adolescentes, con un mayor índice de suicidios. En los Estados Unidos, se calcula que tres adolescentes cometen suicidio por homofobia por cada adolescente que lo hace por otras causas. No es de extrañar: la homofobia interiorizada que produce un sufrimiento constante, un sentimiento profundo de inadecuación, falta de amor al sí-mismo y sufrimiento que proviene de la injuria homofóbica interna dirigida contra la propia persona puede explicar el suicidio. De esta manera, estamos perdiendo valiosas vidas humanas por tratar de sostener un sistema segregacionista.
Entendida la gravedad del bullying escolar así como de la homofobia, es válido emitir la hipótesis de que el bullying escolar homofóbico impacta negativamente en la percepción que cualquier persona tiene de sí misma. Cuando se trata de una persona que sufre de homofobia interiorizada, quien tiene dañado el amor al sí-mismo, coloca a la víctima en situación de vulnerabilidad al suicidio y a otras formas graves de autolesión incluidas las conductas de riesgo para infecciones de transmisión sexual, incluida la infección por VIH.
Los sentimientos de inadecuación sexual, social y personal, los sentimientos de culpa, el pobre auto concepto y la falla del amor al sí-mismo pueden provocar con facilidad prácticas sexuales clandestinas, dificultad, descuido o negativa a protegerse, así como dificultad para decir no a proposiciones de tipo sexual, aun si éstas incluyen prácticas de riesgo.
El uso de métodos de barrera en la primera relación sexual de adolescentes varones en nuestro país es aún bajo. No los utiliza el 34%, de acuerdo a un estudio en población abierta de la Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica de 2009. Podemos inferir que buena parte de la población adolescente que vive en situación de homofobia interiorizada y bullyig escolar homofóbico está dentro del porcentaje que no usa condón o lo usa de manera muy limitada porque le hemos enseñado a creer, a través de la homofobia social y del bullyig escolar homofóbico, que su persona, su salud y su vida valen casi nada.
JuárezDialoga invita a Efraín Rodríguez a participar como articulista por su compromiso con la sociedad de Ciudad Juárez. Efraín es maestro en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y entre otros, ha incursionado desde hace muchos años en los medios de comunicación participando en una variedad de temas, pero sobre todo, para desde su profesión como sexólogo promover la aceptación de la diversidad sexual.