Una de las reacciones más polémicas ante el inminente gasolinazo del 2017, es el llamado de miembros de partidos como MC y el PAN a boicotear la compra de gasolina. Una buena parte de la izquierda se apresura a señalar el evidente tufo de oportunismo de estos personajes que forman filas dentro de dos instituciones que han sido corresponsables de las Reformas Estructurales en México ya sea apoyándolas directamente o teniendo una actitud poco decidida en su critica. Estas Reformas de las cuales los gasolinazos son una de sus consecuencias mas nefastas para la economía del pueblo.
Otros incluso han ido mas allá, señalando que el boicot se trata en realidad de una maniobra para acelerar la quiebra de PEMEX y así poder entregarla al gran capital privado. Ambos señalamientos pueden tener mucho de verdad, pero mi opinión es que desde un análisis marxista debemos ver mas allá de oportunismos y maniobras. Lo que estamos viendo es una crisis en la correlación de fuerzas entre las clases sociales en México, que abre un complejo escenario de riesgos y oportunidades.
La alta jerarquía del PAN actualmente se identifica con el capitalismo imperialista, pero sus bases siempre han sido la pequeña burguesía que ahora va a recibir un duro golpe a su economía. De hecho, con las consecuencias de las Reformas que apenas comienzan, amplias capas de la pequeñaburguesía van a perder su estatus de clase media y pasaran a las filas del proletariado. Hasta ahora los partidos siervos del capital imperialista habían marcado la hegemonía política sobre sus bases, pero este bloque comienza a resquebrajarse.
Lo que es importante entender, es que la crisis abierta entre la alta burguesía y la pequeña burguesía en México, no se debe a una falta de manejo político o a la corrupción como suele creerse. Se trata de las consecuencias lógicas de una agresiva transferencia de valor capital de la burguesía nacional a la burguesía transaccional. Se trata pues de las consecuencias de la ley del valor en la selva capitalista global, imponiendo condiciones en México que el mismo régimen no tiene capacidad de preveer y controlar.
Ademas debemos tomar en cuenta, que en el contexto internacional actual la cúpula imperialista occidental con Trump a la cabeza, presionada por la misma crisis global interimperialista enfrentándose al asenso de China y Rusia como potencias capitalistas, no esta dispuesta a conceder nada por el bien del equilibrio regional a las burguesías subordinadas como la que existe en México. Se están acabando los mejorales y las aspirinas para el régimen mexicano.
Lo que podemos esperar en los próximos meses es que los asaltos a la economía de lxs mexicanxs se incrementen de manera agresiva, generando aun más descontento y lo que pudo haber empezado como una maniobra política de ciertos sectores caudillistas de la pequeñaburguesia puede salirse de control para la alta burguesía. Por otro lado, de ser cierto que el objetivo es manipular el descontento popular para cortarle la cabeza a PEMEX, de llegar a concretarse esta estrategia criminal, esto no hará otra cosa que subir la temperatura del país al máximo, generando aun mas polarización.
Por fin han logrado abrir la caja de Pandora de la lucha de clases. Este es el tipo de crisis que pueden desembocar en situaciones prerrevolucionarias. La pregunta es: porque la burguesía aplica políticas que pueden generar que el país se les vaya de las manos? La respuesta es la siguiente, porque contrario a lo que todo mundo piensa, el capitalismo no es un complot perfectamente planeado y cubierto en todos sus detalles, es más bien un tinglado de intereses privados sometidos a la alta competencia y la avaricia desmedida, donde las crisis están en la misma naturaleza del sistema.
El peligro consiste en que el sistema capitalista no puede evitar llegar a la crisis, pero la alta burguesía puede decidir en algún momento tratar de superarla por medio de un ajuste violento contra la población. Todo indica que esta es una de las alternativas contempladas por la cúpula imperialista desde hace años, quien ha venido militarizando al país agitando el fantasma de la “guerra” contra el crimen organizado funcional a sus intereses. La nueva propuesta de darles un marco jurídico a los militares para actuar en casos de seguridad es una muestra clara de ello.
La amenaza de grupos como el Cartel de Jalisco Nueva Generación de incendiar gasolineras, puede resultar el pretexto que el régimen necesita para convertir las legitimas protestas del pueblo en un asunto de “seguridad nacional” y decretar el Estado de Excepción. Así la crisis plantea retos para todas las clases sociales y sus direcciones políticas.
En la cúpula se estará barajeando en estos momentos la salida fascista a la crisis abierta. Entre las clases medias, caudillos identificados con la pequeñaburguesia liberal como AMLO y Javier Corral entre otros, tienen ahora la oportunidad de demostrar su verdadera naturaleza, fajarse con el pueblo o intentar alguna formula conciliatoria para “evitar derramar sangre de mexicanxs”, lo cual representaría entregar el naciente movimiento a los verdugos.
Abajo, para lxs trabajadorxs no hay alternativa, pues la crisis representa siempre para esta clase más miseria y violencia. Hay que apoyar las protestas desde luego con un sentido unitario, pero teniendo muy presente los limites e intereses de quienes no están exactamente abajo, quienes en un determinado momento pueden entregar nuestra cabeza. Por eso hay que aprovechar el curso del descontento para organizarse, en las colonias, los centros de trabajo, las escuelas y las comunidades rurales, con el objetivo de plantear una alternativa realmente nuestra generando poder de abajo hacia arriba y que pueda limitar los intereses del gran capital en México.
JuárezDialoga ha invitado a Gerónimo (Gero) Fong por su indudable compromiso con el activismo social y político. Gero, participa en diferentes organizaciones de izquierda desde temprana edad. Egresado de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) y actualmente, colabora entre otros organismos, con el Frente Plural Ciudadano de Ciudad Juárez y el Comité Universitario de Izquierda.