El presente documento se ha consensado entre la comunidad artística, con en el ánimo de una interlocución abierta, en la que en primer punto manifestamos nuestra voluntad y confianza, pero en la que también hacemos patente la firmeza de nuestras exigencias.
Considerando que:
• El Centro Cultural Paso del Norte es el patrimonio cultural más importante de nuestra ciudad y del Estado de Chihuahua y se ha convertido en uno de los últimos reductos de confianza y reposo para los juarenses
• Que en los últimos meses hemos sido testigos y sujetos de un sin número de arbitrariedades, usos discrecionales y patrimonialistas entre otras prácticas con las que ha operado el Centro Cultural Paso del Norte, desviándose de sus primordiales objetivos.
• Que los agravios que se han suscitado no son solo a la comunidad artística de nuestra ciudad, sino a toda una comunidad, pero sobretodo nos han generado una gran preocupación
• Hemos hecho un análisis tanto de la situación imperante, como de la falta de regulación, proyecto cultural y transparencia en la conducción del recinto.
• Tomando en cuenta un diagnóstico sustentado en la experiencia y el conocimiento de quienes, desde el escenario habitamos estos recintos, hemos llegado a la conclusión de que:
• El resguardo, desarrollo y protección del Centro Cultural, que debe propiciar y cumplir con el pleno ejercicio y disfrute de los derechos culturales de los juarenses exige las siguientes medidas:
1.- Devolverle y respetar su vocación de recinto cultural.
Cada vez, con mayor frecuencia, encontramos que se desvía su uso, condenando, en particular al foro Víctor Hugo Rascón Banda, a ser un auditorio para actos cívicos, reuniones de políticos, graduaciones, congresos, foros y otros acontecimientos ajenos a su naturaleza. Esto significa una subutilización del espacio y redunda en el deterioro y desgaste del inmueble en actividades que no son su objetivo, en la reducción de la oferta de artes escénicas para los públicos, cancelación de fechas ya acordadas, y en el estancamiento del desarrollo de los creadores, entre otros. El manejo de un teatro reducido a auditorio, para fines políticos o de acontecimientos sociales, es de una absoluta irracionalidad técnica, que no es admisible en los espacios que se manejan con responsabilidad profesional como sucede en los teatros que ya hemos mencionado. Los políticos de todos los partidos, de todas las esferas de gobierno, los directores de escuelas, etc, deben entender el carácter de lo cultural, en materia de la difusión, producción y promoción de las artes escénicas. Y dejar de tomar estos recintos como salones de reuniones sociales, graduaciones campañas etc.
Como antecedente cabe señalar: que desde el inicio del proyecto de rescate del centro, previmos y demandamos al ex gobernador José Reyes Baeza, que modificara el nombre original de Centro Cívico por el de Centro Cultural, para evitar la situación actual, que nos inconforma a usuarios y trabajadores de la cultura.
2.- Transparencia en el manejo de los recursos.
Desde su creación y hasta el momento hay un manejo opaco de los ingresos por concepto de rentas. Los pagos se hacen en las oficinas de los administradores, supuestamente bajo tabulador, pero este se aplica de manera discrecional por parte del director. Necesitamos que haya una instancia calificadora de los eventos que soliciten el recinto. Que haya previamente establecidas tarifas diferenciadas y condiciones de protección para la producción local. Sobre todo que se deposite en una cuenta de fideicomiso los pagos de las rentas. También es irracional y se presta a suspicacias, que estos pagos, en ocasiones de altos montos, se efectúen en las oficinas del Centro. Los ejemplos que ya hemos citado (IMSS) tienen como procedimiento el depósito en cuenta bancaria. La figura de un fideicomiso ayudaría en mucho a generar un fondo de mantenimiento, fondeo y capitalización.
3.- Un proyecto cultural definido y de acuerdo a las líneas de la política cultural, que el ICHICULT diseña y dirige. La expresión de las artes y el trabajo cultural promovido por los gobiernos, deben incidir en la educación de la sociedad y no ser una mera extensión de la perniciosa cátedra que brinda la televisión.
Debe promover el desarrollo, la consolidación y la formación de públicos y no dilapidar todas las acciones de desarrollo cultural, en aras de un financiamiento que sacrifica el proyecto cultural y la imagen institucional. Debe existir un buen equilibrio entre las propuestas comerciales y las propuestas artísticas. Los gobiernos están obligados a generar una reserva para el arte, propiciar para los ciudadanos un desarrollo humano desde las propuestas de cultura que inevitablemente son una pedagogía colectiva. Financiamiento con responsabilidad.
4.- Un proyecto artístico. Esto se deriva de lo anterior, pero abundaremos en que otra de las tareas de un Centro Cultural fortalecido, como vislumbramos, pudiera ser el Paso del Norte, debe llegar a la generación de una producción propia, a tener un área de formación, incluso de investigación, a ampliar su oferta más allá del período de gracia que nos brinda el FICH. El Centro Cultural Paso del Norte es el mayor activo que tenemos para, desde la cultura intentar la recuperación de la ciudad y esto no está sucediendo. Suponemos, o así debería ser, que es la sede del ICHICULT, el órgano rector del estado en materia de cultura.
¿Qué Produce? ¿Qué promueve y difunde? ¿Dónde quedaron los espacios para ensayos diseñados ex profeso? ¿Dónde los talleres para los niños y jóvenes?
5.- Una política de uso clara, incluyente y con transparencia.
En cuanto a medidas de protección y desarrollo de las artes escénicas que requieren de los foros (teatro, danza, música). De las artes plásticas y visuales que requieren de galerías y espacios para la exhibición. El CCPN debe sacar convocatorias oportunas para asignar, mediante concurso, días de uso a la comunidad artística. Este es un esquema que sin ir más lejos funciona en el teatro del Chamizal del PasoTx. En el INBA, en la UNAM, en el Centro Cultural Helénico y en el Centro Nacional de las Artes en la Ciudad de México.
Proponemos un esquema de dos convocatorias al año: una en octubre-noviembre y otra en abril-mayo, para asignar temporadas en los teatros. Los aspirantes deberán presentar en tiempo y forma sus proyectos con los requerimientos que la convocatoria imponga y estos deberán ser sometidos a una selección de un comité. Pedimos que se destine el 50% de los días uso del Teatro Octavio Trías para los grupos seleccionados.
El Teatro Rascón Banda, que garantice un 25% con el mismo fin y con las mismas condiciones.
Que se apoye a los proyectos elegidos con difusión.
Este sería un primer paso para que el Centro Cultural Paso del Norte, en el esquema de coproductor, inicie un proyecto propio de producción escénica.
Que existan procedimientos, análisis de puestos, perfiles adecuados del personal, reglamentos de uso claros y sensatos, que de manera oportuna se hagan del conocimiento de los usuarios. Es lo mínimo que un administrador debería haber diseñado y que de manera increíble no existe. Porque, en ese vacío suele ampararse la discrecionalidad y otros vicios de la gestión pública.
6. La creación de una comisión deliberativa para nombrar al director del CCPN y aprobar el proyecto cultural anual.
De acuerdo a lo anterior y con el objetivo de un planteamiento de mayor profundidad como, creemos es el presente documento, es evidente que las cosas no pueden seguir como están.
Proponemos para resolver el conflicto que se conforme una comisión de la ciudad, integrada por una representación del ICHICULT, el Gobierno Municipal, la UACJ, la Iniciativa Privada, la Sociedad civil y otra de la comunidad artística. Una comisión con 6 visiones distintas para decidir quién ocupa la dirección, bajo el concurso de aspirantes que presenten:
• Un proyecto cultural y artístico
• Líneas de fondeo y un programa de financiamiento
• Proyecto de difusión y vinculación con nuestra sociedad.
• Curriculum y trayectoria probada.
• Es necesaria la elaboración de un perfil de puesto con la finalidad de emprender una búsqueda asertiva y eficaz. Publicar una convocatoria para elegir el mejor perfil. En ella se debe establecer la necesidad de presentar un plan de trabajo.
• El postulante elegido deberá presentar su plan de trabajo desglosado a la comisión y juntos definir metas a corto, mediano y largo plazo.
Así mismo esta comisión tendría las facultades de revisión y aprobación del proyecto cultural anual, así como, en caso extremo, la facultad de remoción del director.
El rescate del Centro Cultural Paso del Norte para la comunidad artística, representa un compromiso con la Ciudad y con el País. De algún modo y desde algún punto nos toca levantar la casa. Nosotros hemos decidido empezar por el espacio más próximo y este es nuestro empeño.
A t e n t a m e n t e
Iniciativa Ciudadana por el Rescate del Centro Cultural Paso del Norte.
NOTA DE JUAREZ DIALOGA. ORG: Boletín informativo es una sección que se publica como servicio a la sociedad civil organizada de, o vinculada con Ciudad Juárez; por lo tanto, la responsabilidad de lo escrito en la misma es de quien lo firma.