A principios de mayo se produjeron una serie de notas relacionadas con un mensaje que un grupo de personas identificadas como pertenecientes a la iglesia La luz del Mundo realizaron en la parte más visible, desde la ciudad, de la sierra de Juárez.
Dicho mensaje estaba siendo realizado por algunos centenares de personas, entusiasmadas porque su líder, Samuel Joaquín Flores, cumple 50 años de haber tomado el liderazgo en esa iglesia, de ser el “apóstol” como le llaman a su líder máximo.
Las reacciones no fueron pocas, ni medidas. La red de Noticias.com (“Pintan más letras gigantes por ‘cerro de la Biblia’”) explicaba su nota del 5 de mayo diciendo “Un nuevo mensaje con letras gigantes está siendo escrito en la Sierra de Juárez, a un costado del famoso cerro donde dice ´La Biblia es la Verdad léela´”. Los comentarios en favor y en contra estuvieron cargados de intolerancia.
Alguien que se identifica como Ministerio Gracia Abundante Internacional comentó “Creo que di ellos quieren honrar a su lider que lo hagan en sus propiedades no en una propiedad de la comunidad y con un mensaje que nos una o un beneficio para la sociedad” (sic).
Otra persona identificada como Edgar Cano, Pastor evangélico afirma: “yo creo ke el uniko ke merece homenaje es JESUCRISTO y no este hmbre ke aparte de todo es un violador” (sic).
Alguien, identificada como enfermera general en el municipio de Fortín (Veracruz), salió en defensa de la pinta del cerro diciendo: “Mexico libre de expresion..es por ello k lucharon todos nuestros abtepasados…o no??? ya basta con toda nuestra ignorancia y sigamos el camino de dios nuesyta fe mueve montanas…felicidades apostol alimenta tu rebano cob fe…” (sic).
Magdaleno Medina, de la Iglesia del Nazareno, dice que “No se debe permitir un nuevo mensaje y mucho menos si el contenido es oculto. Se tiene que revelar primero el mensaje y ser aprobado por las autoridades correspondientes”.
A lo anterior contestó Maresli Castillo, quien en su foto de portada de Facebook tiene una medalla conmemorativa que dice “Jubileo de Oro. 1964-2014. Ministerio Apostólico Samuel Joaquín Flores”, diciendo: “Por que no se debe permitir? Si hay permiso por parte de las autoridades no hay ningún problema. La grosería se haría si fuera en tu casa que es TU propiedad.” (sic).
Al reclamo de Maresli contestó Lucía Van Pelt: “Maresli Castillo Y el cerro bola es de propiedad de la secta que tu profesas? Pff, osea que si a uno de culto satánico se le ocurre poner otro letrero al lado de los otros dos también nos vamos a quedar con los brazos cruzados? Bi$% please!!” (sic).
Y Maresli contestó a Lucía: “Lucia Van Pelt Pues ni somos SECTA y se pidió previamente el permiso correspondiente. Seria interesante saber si así replican por los actos delictivos de la Ciudad, los robos, asaltos, violaciones a mujeres etc. Y en lo que mencionas, hemos alzado la voz cuando se ponen cruces en los cerros, imágenes de “la virgen de guadalupe” etc? Fue parte de un reconocimiento. Pero te invito a que con ARGUMENTOS SÓLIDOS me digas en que te afecta dicho letrero, NADIE absolutamente nadie dijo que TODO Juarez profesa dicha religión; NO SECTA (ACLARO) Pero existe algo llamado LIBERTAD DE EXPRESIÓN, derecho que podemos ejercer. Y evitate manejar tu lenguaje tan vil que solo me deja ver la carencia de valores.” (sic).
Para el día 10 de mayo ya había aparecido una página en Facebook donde la divisa principal era: “¿Por qué mejor no se pintan la cola?”. Pero poca gente, en todo este ir y venir de diatribas, mencionó el letrero que lleva alrededor de 25 años, en el mismo cerro: “Cd. Juárez: la Biblia es la verdad. Léela” con el que han sido complacientes los sucesivos gobiernos municipales, a pesar de que existe un reglamento de Ecología que prohíbe el uso de los cerros para anunciar. Deberían mandar borrar ambos letreros y dejar limpio el entorno visual. O, por lo menos, deberían evitar que grupos de personas suban a retocar ambas leyendas.
Por supuesto que muchos comunicadores profesionales de Ciudad Juárez aprovecharon la situación para llevar agua a su molino eclesial, cada quien al suyo, muchos de ellas y ellos católicos romanos, haciendo de La Luz del Mundo el chivo expiatorio de la causa antifanatismo donde todos y todas acusaron de fanáticos a los otros, en un ambiente de quema de brujas que en nada contribuye al clima que necesita esta comunidad juarense.
Cuando las posturas ideológicas se presentan como de absoluta certeza, habría que ver si no hay una dosis de fanatismo en unas y otras, ya que “Las pétreas y solemnes fachadas de credos aparentemente atemporales e inexpugnables de los fanáticos que si no fuera porque se pueden tornar malignos, violentos o excluyentes, causarían asombro, sonrisa o sonrojo y quizás una dosis de añoranza de aquella época en la que creíamos en los Reyes Magos o que los niños eran traídos por la cigüeña…” (Carlos Tabbia, “El fanatismo, la identidad y el pensamiento”).
Otra especie de fanatismo, que suele teñirse de justificaciones aparentemente religiosas es la homofobia que el mes de mayo cobró cuatro víctimas, según reporta el periódico Diario de Juárez. Una de esas víctimas fue Rosse Castro, una mujer transgénero que dedicaba su vida al arte escénico y a la estética capilar y a quien informadores de esta ciudad insisten en referirse a ella en masculino “el transgénero”.
En esta ocasión, por primera vez, un grupo nutrido de ciudadanos y ciudadanas, mayoritariamente jóvenes, se apostaron afuera de las instalaciones de la Fiscalía Zona Norte para exigir el esclarecimiento de los criminales hechos. Dio resultado. Hay dos indiciados detenidos por el asesinato de Rosse. Un asesinato de odio por homofobia, específicamente por transfobia.
También la homofobia, en este caso en su modalidad de transfobia, cuando se manifiesta con una gran dosis de seguridad, es una especie de fanatismo, porque “[las personas fanáticas] tratan de integrarse o convertirse en algo que consideran superior a ellos, que les libere de su propia responsabilidad (un líder, una ideología, una religión) y que les ayude a adquirir la fuerza de la que el “yo” carece y por el otro, necesitan ejercer poder sobre los demás para afirmar su autoridad. Esa misma fragilidad del yo hace que el sujeto fanático se adhiera de forma inquebrantable a creencias o ideologías que le protejan de la incertidumbre.” (Alberto Villarejo, “Fanatismo: interés en psiquiatría forense penal”).
Precisamente para evitar las estériles y riesgosas discusiones alrededor de cualesquiera creencias religiosas o de maneras distintas de vivir, a veces apartadas de las maneras de las mayorías, lo mejor que podemos hacer es trabajar en el fortalecimiento del Estado laico y en el avance en el respeto a los derechos humanos. Eso incluye la educación no homofóbica ni transfóbica de la niñez y juventud de nuestra ciudad, de Chihuahua y de México.
Es la única forma en que podemos convivir lo mejor posible en beneficio de todos y todas. De lo contrario estamos condenados a una espiral de violencia que comienza con bromas, sigue con violencia verbal y simbólica y, finalmente, con el asesinato de seres humanos. En una sociedad cada vez más diversa, no hay posibilidad de convivencia mínimamente pacífica si insistimos en tratar de imponer a los otros y a las otras nuestras propias creencias o maneras de vivir.
JuárezDialoga invita a Efraín Rodríguez a participar como articulista por su compromiso con la sociedad de Ciudad Juárez. Efraín es maestro en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y entre otros, ha incursionado desde hace muchos años en los medios de comunicación participando en una variedad de temas, pero sobre todo, para desde su profesión como sexólogo promover la aceptación de la diversidad sexual.