Por Luis Maguregui

http://www.stefanfalke.com/
Hace unos días, el 8 de octubre del presente año, Miguel Ángel Mendoza, jefe de la representación local del Instituto Chihuahuense de la Cultura fue removido del cargo que venía ocupando desde la administración estatal anterior en el año 2011: En un breve comunicado de prensa se expresa que: “…La oficina de la representación del Instituto Chihuahuense de de la Cultura en Ciudad Juárez a través del departamento de Comunicación hace del conocimiento público que, debido a los cambios generados dentro de la estructura del ICHICULT, el Lic. Miguel Ángel Mendoza Rangel abandona el cargo como Representante en Ciudad Juárez.
El Lic. Mendoza Rangel, será sustituido por la C. Paulina Hernández, quien a partir de este día estará a la cabeza de la oficina del ICHICULT en Juárez
Por medio de este comunicado, el Lic. Mendoza agradece al Gobierno del Estado y a la comunidad en general por todo el apoyo brindado durante los tres años de su gestión…” ( el subrayado es mío)
Sin el ánimo de hacer un balance de la carrera de Miguel Ángel Mendoza, solamente anotaré que tiene más de veinte años como funcionario de cultura y es de sobra conocida su trayectoria al frente del Museo de la Ex Aduana, el Centro Cultural Paso del Norte y la Representación en Juárez del ICHICULT. Como siempre ocurre, en estos casos, ignoramos las verdaderas razones que motivaron a la autoridad gubernamental a destituir a un funcionario eficiente; en los gobiernos, este tipo de acciones ocurren sin que medie explicación alguna o bien con una explicación muy poco creíble.
Creo que la remoción de Mendoza de la representación del ICHICULT es injusta y absurda, pero mucho más lo es el hecho de poner como remplazo a la Sra. Paula Hernández Botello de quien sabemos solamente que es la esposa de Juan Muñoz, suplente del diputado Antonio Andreu y que nunca ha estado vinculada a la comunidad cultural o a las actividades del arte y la cultura que desde ahora tendrá que atender. No dudo de la honorabilidad y de la capacidad de trabajo de la señora, pero creo que para estar al frente de la oficina estatal de cultura, se requiere de alguien con experiencia, trayectoria y un proyecto. La dirección de la representación es un puesto clave para la cultura local y es fundamental que esté al frente alguien que conozca la problemática cultural y artística de Juárez, tema que no es de ninguna manera fácil.
Los asuntos culturales y artísticos deben ser tratados con seriedad, de la misma manera que los asuntos de cualquier otra área institucional, es importante que se acabe con la improvisación y con designaciones basadas en el amiguismo o el pago de facturas políticas. La promoción cultural en Juárez es, o debiera ser, una de las áreas más importantes del desarrollo social ya que es la que permite que las personas se relacionen con el resto del mundo y tengan una visión del mismo y de la vida, en Juárez los espacios culturales, el patrimonio cultural y los derechos culturales de los ciudadanos parecen importar poco a nada a los gobiernos en turno sin importar el partido político o la esfera gubernamental correspondiente, la cultura resulta para los gobernantes una especie de “mal necesario” que hay que sostener a medias, ésta muchas veces se promueve gracias a las gestiones y el trabajo puntual de algunos funcionarios de cultura, organizaciones culturales y promotores independientes que han logrado que los museos, los teatros y en general los espacios dedicados a ésta área, ofrezcan un servicio digno, sin embargo falla la promoción masiva de los eventos y en general una política cultural amplia y coherente con el entorno social.
Por lo anterior, resulta absurdo colocar en un puesto como la representación del ICHICULT a una persona ajena a los quehaceres culturales y artísticos, esto es vergonzoso tanto para la autoridad que la designa como para la persona que acepta el puesto. Antes de Miguel Ángel Mendoza, ésta oficina fue encabezada por el Dr. Enrique Cortazar, (anteriormente también director estatal del ICHICULT y director del Museo de Arte de Ciudad Juárez entre otros puestos) y por el poeta Jorge Humberto Chávez, (Premio Nacional de Poesía 2013) ambos con una larga trayectoria como promotores culturales así como en el campo de las letras, no estoy afirmando que para ser director de la representación local del ICHICULT sea necesario ser artista creador o académico en alguna disciplina relacionada a la cultura, de hecho Mendoza no era ninguna de las dos cosas, pero sí creo que debe colocarse en ese sitio a una persona con trayectoria y experiencia que conozca la problemática local en la materia, que esté vinculada a la comunidad cultural, y que no llegue a aprender (echando a perder) y por lo tanto a improvisar.
En una ciudad tan golpeada como la nuestra, hace falta una atención mucho más puntual y equitativa en esta materia; el presupuesto que el Gobierno del Estado asigna a la promoción cultural en Juárez es ridículo en si lo comparamos con lo que se asigna a la Ciudad de Chihuahua, la designación de Hernández Botello al frente de la oficina del ICHICULT es irresponsable y ofensiva para nuestra ciudad y solo pone en evidencia el menosprecio del Gobierno del Estado por la cultura, así como la falta de la misma en sus dirigentes.
El presente texto fue tomado de la revista Ombligo y se puede encontrar en http://revistaombligo.com/nota.php?id=533#.VD7WArCUeSr
Luis Maguregui es músico y compositor. Además del reconocimiento por su trayectoria artística, también son reconocidos sus vínculos con diversos procesos de gestión y promoción de la cultura en Ciudad Juárez, tanto en las instituciones como por su relación con diferentes colectividades de trabajadores de la cultura.