por: Michell Vázquez
En un acto de dignidad que terminó representando el sentir de la ciudad, en el 2010 durante la visita de Felipe Calderón a Ciudad Juárez, un grupo de estudiantes del Tecnológico de Ciudad Juárez subieron al puente peatonal frente a sus instalaciones para manifestarse contra el entonces presidente.
Del acto no se habló mucho porque durante un evento ese día Luz María Dávila, madre de dos de los jóvenes asesinados en Villas de Salvarcar, le dijo a Calderón que él simplemente no era bienvenido en Ciudad Juárez.
Hoy todo es diferente. Las calles se limpiaron exclusivamente por donde iba a pasar Enrique Peña Nieto y se pusieron mantas en los diferentes puentes peatonales del recorrido con la leyenda “Bienvenido señor presidente EPN” o “Gracias señor presidente EPN”. Pagado, claro, por nuestro gobierno estatal. Un fuerte operativo lo custodió en todo momento y prácticamente nadie se pudo acercar.
Y es que el problema, además de los que acarrea a nivel nacional, es que Peña Nieto le quedó muy, muy mal a Ciudad Juárez. En Youtube se puede consultar cuando en campaña firmó el compromiso de apoyar a la frontera con excepción fiscal para competir con su vecino del norte. Lo que sucedió realmente es que aumentó el IVA en nuestra región subiendo el costo de casi todos los productos.
Su reforma fiscal agudizó la difícil batalla por mantener a la ciudad en un equilibrio económico y nuestro representante a nivel estado, César Duarte, se regocija en traerlo a la ciudad. Nos ha fallado, nos ha demostrado que su copete es más firme que su palabra, y aún así se atreven a darle la bienvenida a la ciudad.
Sabemos que César Duarte está pasando por mal momento. Invirtió dinero personal en un casi banco y su gobierno apoyó a que se convirtiera en banco. A nivel estatal su “poder para poder” se disipa poco a poco; ahora nos da una clase de alta lambisconería. Nos enseña a tratar al presidente de la república como amo y señor de todo lo que hay alrededor de su castillo. Bajemos la cabeza cuando habla porque de su boca sale la verdad.
Vivir esto da vergüenza como juarense. La dignidad, y el respeto hacia uno mismo se encuentra ausente en nuestros políticos. Son un saco de huesos y carne que aprendieron a vivir entre las mentiras que ellos mismos han creado. Y lo peor es que controlan nuestro dinero.
Y si da vergüenza no es porque sea algo nuevo sino porque la ciudad no merece a ninguno de ellos. Nuestra ciudad que vive en constante lucha; una lucha por el día a día, por lo básico, por lo que se pueda. No merece ningún discurso falso, ningún ademán ensayado, ningún político sacado de una película de Luis Estrada.
JuárezDialoga ha invitado a Michell Vázquez por su compromiso con quienes viven en Ciudad Juárez. Es estudiante de Literatura de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, y trabaja como profesor de secundaria. Escribe cuento, y también realiza un videoblog en you tube titulado Wachate Fany!, dedicado a fomentar la lectura. Fue columnista del periódico Norte por 4 años. Quiere y cuida a su perro Milo.