Constantino, fue emperador romano del siglo IV. Autorizó la tolerancia religiosa, frenando la persecución de cristianos y según se cuenta él mismo se convirtió al cristianismo en el lecho de su muerte, abriendo la puerta a la edad media.
La historia exacta la ignoro, pero me imagino cómo pudo haber sido. Si algo de cierto tienen las epístolas cristianas, sus comunidades empezaban a organizarse para vivir según sus creencias. Grupos marginados lejos del poder que juntos podían sobrellevar su miseria, poco a poco empezaron a ser una comunidad más numerosa y fuerte.
Tal vez Constantino tenía problemas políticos, esos emperadores eran tremendos. Se mataban y traicionaban por el poder. Así como a Colosio y Ruiz Massieu. Ante una situación política difícil ¿qué tan útil sería el apoyo de los más pobres y marginados? Tal vez tan importantes como las elecciones en Juárez dónde se ganan sólo con el 16.36 % de votantes del padrón. Aquí la cosa es más sencilla pues al parecer, mantienes a gente en condiciones de miseria y así su voto vale tan poco como una despensa y un brinca-brinca… o dos o tres… pero la pobreza es necesaria para que además hasta las gracias den.
Pero el caso de Constantino me parece relevante porque buscó el apoyo de los cristianos, pero al convertirse al cristianismo dejo el poder político a un ser superior que era su dios. Entonces todo empezó a ser si dios quiere y primero dios. La representación del dios en la tierra, el Papa, paso a ser una figura de poder político que podía legitimar o no reinados y justificar guerras.
Hoy en día, las elecciones empiezan también a buscar simpatías con grupos religiosos. Cosa que al parecer no es relevante pues existe la libertad de culto. Pero el problema está que en los asuntos públicos, en la política pues, las cosas suceden o dejan de suceder si la ciudadanía quiere. Y si el ciudadano actúa de forma religiosa, es decir dejando el destino a dios, entonces sacarán provecho unos cuantos que saben que las decisiones se tomarán conforme a los cabildeos y apoyos necesarios no según lo que dicte dios, que hasta donde sé no ha venido a decirle a ningún político que hacer… bueno tal vez a Francisco I. Madero, pero ese no era dios sino su hermano muerto que lo motivó a empezar la lucha armada.
El asunto con atender a los grupos religiosos por su religión es que obedecen a una ética que para ellos es superior a la del estado, no es una ley humana sino de seres superiores. Como grupo luchan pos sus intereses que se justifican por fe y no por razones. Mala forma de tomar decisiones.
Tan importantes se han vuelto los grupos religiosos a la hora de acarrear votos que para atender los compromisos electorales el gobierno municipal ha formado una dirección para su atención. ¿Soy yo o existen similitudes con el uso del cristianismo para fines políticos entre el PRI y Constantino?
Bueno la cosa es que obedecer a otras leyes no humanas genera conflictos como el de Eugenio de los Santos de Cuesta, policía del grupo Delta que en un reportaje aceptó haber torturado y asesinado, pero que en la cárcel recibió el perdón de dios y que por eso no acepta su crimen ante el juez. También el de la iglesia Luz del Mundo que sin importarles nada pintaron la sierra y a pesar de que dicen que quitarán el mensaje que hace alusión a su líder espiritual, no parece que lo hagan con el mismo empeño y colaboración con la que lo escribieron. O el de muchos católicos que los domingos de misa parecen estar por arriba del reglamento de tránsito estacionándose sobre banquetas, en doble fila, bocacalles y dónde puedan, con tal de no caminar.
El caso es que someterse a la voluntad de dios en los asuntos públicos va en contra de la democracia que requiere de la participación responsable informada de la ciudadanía. Dejar todo en manos de dios en lo público es tener súbditos y no ciudadanos.
Eso hace de la democracia una simulación… una de tantas.
Pero estamos plagados de ellas y no sólo en las instituciones públicas. También en la iniciativa privada donde pensé que no pasaba pues implicaría pérdidas. A veces.
Un ejemplo, ahora que me cambié de casa, de nuevo, y necesitaba contratar el servicio de Internet.
En TELMEX.
-Quiero hacer cambio de domicilio.
-No se puede. Le puedo dar de baja el servicio.
-No, péreme, todavía lo necesito sólo quería ganar tiempo. Pero si no puede, buscaré otras opciones
Dos semanas después:
-Quiero dar de baja el servicio.
-Hoy no se puede. Venga el martes.
El martes
-Quiero dar de baja el servicio. Pero hoy no tengo para pagar, quisiera darlo de baja para que la factura no se incremente.
-No se puede.
Luego con Axtel:
-Quiero dar de alta el servicio.
-Por teléfono e Internet le sale en…
-Sólo quiero el Internet.
-Sin el servicio de teléfono no podemos dar el servicio de Internet.
Luego en Cablemás.
-Quiero dar de alta el servicio de Internet solamente.
-Tiene que pagar la conexión y contratar el servicio de Cable.
-¿Qué canales tiene?
-No lo sé.
-¿Y cómo sé si me conviene?
-Es que se me acabaron los folletos.
Una semana después en un módulo de Cablemás de Galerías Tec.
-Quiero contratar el servicio de Internet…
No contaré todo lo que me ofreció el joven que ahí atiende, pero fue el único que entendió y me ofreció justo lo que pedía… que como buen vendedor me vendió el servicio de Cable, pero no como condicionante.
¿Por qué unos representantes de una empresa dicen una cosa y otros otra? Algo anda mal… ¿pero a quién le importa? Incluso con mal servicio los mexicanos damos ganancias.
Otro caso que no alcanzo a entender es el de las inmobiliarias. ¿De qué viven? Hay tantas casas abandonadas en la ciudad que no sé cómo siguen de pie las inmobiliarias… ¿será simulación o sólo mi incomprensión de ese tipo de negocio?
También hay simulaciones que generan ganancias pero generan explotación. Por ejemplo Smart y Soriana, empresas socialmente responsables que hasta ayudan a organizaciones civiles con el redondeo. Ellas para dar un mejor servicio y que en las cajas no se pierda tiempo embolsando los productos, ocupan a menores de edad o adultos mayores para que hagan ese trabajo, pero ni les pagan, ni les dan prestaciones pero sí responsabilidades, como cuidar los carritos del mandado o acomodar la mercancía. ¿Por qué sacan provecho y no dan nada a cambio? Eso no suena muy socialmente responsable.
Otro ejemplo que se me hizo muy feo, lo vi en la Universidad, que presume de saludable pero la comida que ofrece dentro deja mucho que desear. La cafetería está concesionada a un particular, no sé quién es, sólo recuerdo que lo vi muy metido en la campaña de Raúl García Ruiz para diputado. En los quioscos, a quienes trabajan ahí no les dan servicio médico, si cierran por vacaciones no les pagan y apenas les dan una parte del aguinaldo. Lo feo es que siendo la Universidad, permita la explotación dentro de sus instalaciones. Sí eso pasa en la máxima casa de estudios. ¿Qué no pasará en otros lados?
La simulación es cosa diaria en nuestra ciudad, actuar como si no existiera no soluciona los problemas, por el contrario, los arraiga más… y las consecuencias siempre terminan siendo catastróficas. El laicismo simulado es a la democracia tan dañino como lo es la simulación en la iniciativa privada.
JuárezDialoga ha invitado a Hernán Ortiz III para colaborar por su trayectoria académica y participación en la Sociedad Civil Organizada. Hernán es profesor en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ). También, colaboró en la Organización Popular Independiente (OPI) y en el Consejo Ciudadano por el Desarrollo Social (CCDS). Actualmente dirige la organización civil Ciudadanos por una Mejor Administración Pública (CIMAP) conformada por un grupo de ciudadanos que trabajan por tener una mejor ciudad al proponer a las autoridades, mecanismos para mejorar la administración pública.