Por: Ramón Quintana Woodstock
Desde Ciudad Juárez le escribo esta carta y deseo que se encuentre bien, he dicho una oración para que su estancia y paso por esta tierra del demonio llamada México le sea placentera. La primera noticia que escuché hoy al despertar es que usted está libre y que queda exonerada de todos los cargos que se le acusaban, en total perdí la cuenta, y para el caso no interesan en este momento, nadie tiene duda de que usted es inocente y de que las instituciones mexicanas son un ente garante de certeza jurídica y transparencia. Deseo pedirle perdón a nombre de algunos maestros y otros que no lo somos, perdónenos por mal pensados, esa cualidad de ser unos mestizos vulgares siempre impulsivos y ardorosos, siempre resentidos y dados a la embriaguez, nos ocasiona que no pensamos en lo que hacemos (Ezequiel A. Chávez, 2002).
Hemos crecido con una cultura malvada en donde las fortunas de los demás nos dan una enfermiza envidia, tantas batallas se han perdido en este país que nuestro pensamiento está influido por la desgracia, y por ende, caemos en la auto denigración (Samuel Ramos, 2002), y por ende el autoestima está por los suelos, somos unos autómatas que van por el mundo sin cambiar los esquemas de funcionamiento, creemos que con decir blasfemias al semejante vamos a cambiar al país, ya vi y comprobé que hablando mal de usted no logramos nada, solo desgastarnos como mexicanos y evidenciar que padecemos verborrea y una tendencia a la histeria colectiva. Se nos hizo fácil juzgarla y no hemos visto su historial de actividades y su obras caritativas que no cualquiera haría por la niñez mexicana, su corazón humano y desinteresado le ha ganado muchos enemigos, este pensamiento miserable, ruin, vengativo ha sacado los más vulgares instintos. Ese es nuestro infierno originario, “cangrejesco” el del atraso (Roger Bartra, 2002), de estancarnos, y cuando aquellos que hacen el esfuerzo de superarse como lo hizo usted, nos enferma. Cuando se vive así, es muy difícil tener sanidad mental, el morbo y la maldad son alimentos para botanear a diario, comer prójimo es delicioso, deglutir a los demás por envidia no se dice, pero se hace desde el subterfugio de las redes, desde la mediocracia que también es una buena trinchera, pero ya vimos que estaban equivocados aquellos que la fustigaron. ¡Guangos!
Perdónenos maestra, así somos muchos mexicanos; no podemos ver que el vecino se compre un auto porque de inmediato creemos que es narco, puta o que estafó a alguien, lo saludamos pero por lo menos hay un deseo infame de que se le ponche una llanta o que su niño le cague los asientos. Por eso deseo que nos de la oportunidad de reivindicarnos, por ser como somos, el éxito ajeno nos revive esa inmundicia humana. Perdónenos maestra Gordillo, no hay peor enemigo de un mexicano que otro mexicano, Javier Hernández y Eiza González, son el vivo ejemplo de las envidias, nada nos parece, aunque uno haya jugado en el Madrid y ella haya llegado a Hollywood nos da por opinar desde el sofá, detrás de la TV con una cerveza en la mano y unos chicharrones grasosos; forzosamente algo debe de estar mal en ellos: su vestido, su peso o su rímel. Se nos hace poco lo que han alcanzado, y por ello les hacemos memes, para que escarmienten y no anden imaginando cosas chingonas, quien les manda soñar en un país lleno de gordos, diabéticos e hipertensos. Con usted pasó lo mismo, nos duele su éxito, cuando la vimos salir de Neiman Marcus le inventamos decenas de historias sobre sus compras, en el fondo no podemos aceptar que una mexicana pueda comprarse un reloj o una bolsa de marca, estamos necios con ver a la gente con ropa de Coppel y nos saca ronchas verla en una de las tiendas más exclusivas del mundo, nos mata la envidia, saber que también un mexicano puede comprar en una tienda donde acuden los príncipes y los millonarios del mundo, hasta parece que desean verla con los harapos de Beatriz Paredes. Tuvo que pasar todo esto para entender que cualquier mexicana promedio, de profesión maestra, puede comprar un reloj o unos zapatos en esa pinchurrienta tiendilla. ¡Es que estamos tan amargados! Lo único que nos hace felices en este país son las tradiciones donde abunda la tragazón y el sufrimiento auto inducido: el día de la virgen, los matachines, el día de los muertos, la semana santa, día de reyes, la felicidad que no es colectiva nos hace mucho daño, el que se sale del redil y se divierte solo, merece la crítica, usted maestra es una de esas que no es del montón, y por eso no es bien vista.
Precisamente, ver felices a las personas nos enoja, blasfemamos en contra de alguien que se ve feliz. Se miraba tan “así” cuando la entrevistó Adela Micha, que no lo soportaron los envidiosos; siempre pensamos que cuando el de enfrente ríe, se trata de nosotros, no podemos aceptar que la sonrisa no es exclusiva de nadie, pero en el fondo lo que nos cala es que aquel que se ríe es ingenuamente feliz; mientras nosotros estamos enojados tratando de juntar el abono de Banco Azteca o del recibo de la luz. Haciendo honor al mestizo vulgar, vamos a la casa de empeño básicamente a regalar los electrodomésticos porque jamás se van a recuperar (Ezequiel A. Chávez, 2002), con ello deseamos completar la alacena, pues el pago no alcanza, a veces ni con los dos padres de familia trabajando, entonces aparece usted con su gran felicidad, carisma y vestida con un suit de Channel, nos da diarrea su personalidad su seguridad, su posición exitosa, la envidia nos corroe, debe ser para usted muy molesto oír las maldiciones de sus detractores, solo por tener 15 mil dólares puestos, bola de ¡muertosdiambre!, me incluyo, pero he logrado entender que su triunfante paso por el sindicato de maestros no es casualidad y detrás de usted hay un incansable esfuerzo que los demás no hemos visto.
Maestra, le pedimos perdón por haberla dejado en la cárcel casi seis años, debe haberse sentido como Job cuando Jehová dejó que Mefistófeles le atascara todas las plagas a su cuerpo (Job 2:1-8), para ponerlo a prueba, ni la peor de las jaurías se queda abismalmente solo, así quedó usted, todos sus amigos de la política corrieron como apestados, y eso debe de ser muy feo. Ahora me siento culpable porque creí que esos gastos en Hummers, Laptops, viajes a Cancún para los maestros, y sus exclusivos bolsos, tenían una mala raíz, sin saberlo yo la juzgué mal y pensé que las peores pestes deberían de caer sobre usted. Cuando supe de su departamento de dos pisos en Polanco, aborrecí mi pobreza, me odié con toda el alma por ser estar tan jodido. Pero ya entendí que por haber quedado en provincia, no estoy al alcance de los entes federales donde usted con mucha astucia, perspicacia, y creatividad logró romper esa barrera que los chilangos ponen a los “provincianos”.
Qué bueno que les ha puesto la muestra, es un ejemplo de que cuando se quiere se puede, pues haber vivido en el estado más jodido del país (Forbes Staff dic. 30, 2017) y luego codearse con las cacas más poderosas del país, eso si es un ejemplo de perseverancia y una fotografía de cómo debe ser la mujer mexicana. Decía José Alfredo Jiménez “hay aves que cruzan el pantano y no se manchan”, usted es de esas, a parte de volar sola, el mezclarse con toda la banda de Atlacomulco no le hizo daño, es más ni siquiera haber negociado con los presidentes Salinas, Calderón, Fox la maleó. Es impresionante cómo usted permaneció estoica ante tanta tentación. Realmente es admirable que no haya caído en las garras de la corrupción y la malversación de los ahorros de los maestros. Es usted una mujer admirable.
Ello también sienta un precedente: se mujer es suficiente, no se requiere tener unas nalgotas o ser bella, ni ser familiar de Carlos Salinas. Hay algunas que le apuestan a una arquitectura del cuerpo, luego lo explotan, a veces les va muy bien. Lamentablemente son ellas quienes echan a perder todo el esfuerzo sobre un empoderamiento de la mujer y la nueva ciudadanía sexual, es que hay algunas que se operan para quedar despampanantes y aun se mueven por esa ruta, se quejan del sexismo pero en la política aquello aun funciona como un carburador de cuatro gargantas, sin embargo ya está claro que usted no se fue por esa puerta falsa de intercambiar su cuerpo por un puesto, no, lo de usted es puro talento nato, confeccionado para la carga dura de trabajo, recibiendo el sol, quemándose la cara y haciendo callos en los pies y manos de tanto bregar la tierra y de abrevar conociendo los municipios pobres con necesidades de escuelitas, centros de educación especial y clínicas para maestros en la sierra y zonas selváticas.
Las cirugías salen sobrando cuando el aptitud aflora, además lo que haya pasado con aquello que le endilgan de las supuestas modificaciones en su cuerpo, estoy seguro que se realizaron en el ISSSTE (el hospital para los maestros) ya que tienen la capacidad de realizar cualquier tipo de intervención, y bien hecho, sin que para ello se deba de erogar un peso más del erario.
Lo que pasa es que no soportamos el avance de aquel que viene de muy abajo y que de repente ya es importante, los que nacieron en cuna de plata son refractarios y llaman “pinches nacos”, a los que no pertenecen a su estirpe. Cuidan muy bien sus relaciones, vea a Alfredo del Maso y su primo de EPN, se cuidan muy bien de nos mezclarse con los naquitos. Vea usted, los que han caído al bote, son los gorditos y prietitos, ahora si que son los “nacos”, los que no tienen cara de “buenos”. El abolengo cuida al abolengo, aunque pertenezcan al PRI, -partido político fraguado a base del corporativismo donde abunda la gente con primaria terminada- hasta en ellos hay linajes, los de arriba son finos, con rasgos finitos y los que sobran son la perrada, a esos si se les puede meter a la cárcel, además tienen cara de malos, -por no decir feos- lamentablemente usted por no ser de una alcurnia fina, tenía todos los requisitos para ser carne de cañón, y no, no es que usted sea naca, me resisto a pensarlo, pero los que la metieron al bote no pensaron igual.
Me culpo de haber pensado como muchos mexicanos que su fortuna era inmerecida, y hasta creí que se estuvo gastando el dinero que no era suyo, tal vez me afloró lo macho y no soporté su rotundo éxito como maestra, se nos hace difícil ver a un pedagogo con auto, servicio medico, aire acondicionado en casa, calefacción y departamento en Polanco. Pero con el empeño y la tozudez que poseen las mexicanas como usted, todo se puede, ¡merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia, merece abundancia! A los mexicanos no nos cabe en la cabeza que lo que tiene se lo ha ganado con el fruto de si creatividad, esfuerzo, y claro, con el sudor de su frente y la agilidad que Dios le ha dado para realizar negocios exitosos. Después de su exoneración he concluido en pensar que es usted presa de este sexismo aberrante que no deja que la mujeres crezcan decentemente, por eso y por la cultura heterosexista en donde los hombres fijan las reglas, nos da comezón que una mujer sea una líder exitosa.
En lo personal me culpo de ser un sucio y hostigoso pobre que no soporta el éxito de los demás pero sobre todo de las mujeres exitosas como Bertha Gómez Fong o Karime Macías, me declaro un enfermizo macho. Porque ser macho es parte de la identidad nacional, según Carlos Mosivais (2002), esta varía dependiendo de las clases y por supuesto, de los sexos. En este caso el sexo es un detalle que se debe tomar en cuenta, por eso no puede ni pudo ser candidata a la presidencia de México, ya que Roberto Madrazo era un macho como el que escribe, ¿cómo diablos una mujer que viene desde abajo va a ocupar la silla presidencial? ¿cómo diablos una mujer iba a dirigir este país? Por favor le pido que perdone nuestros dislates y lo mal que hablamos de usted. Todo ha sido un sucio juego de los medios de comunicación y de los comentocratas. Decían que defraudó a la SHCP, no lo creo porque cuando dejé de pagar 100 pesos, me multaron y me amenazaron de requerirme si seguía cometiendo los mismos errores de tributación, me argumentaron con más de una veintena de artículos que podría ir a la cárcel si aquellos cien pesos no estaban bien declarados. Así que no creo que usted con todos esos millones, tenga nada que decirles a los recaudadores, de lo contrario ya la hubieran amonestado como a mi, y como a muchos de la clase media que mal pagan impuestos.
Perdónenos por ser tan mal vibrosos señora, le confieso que muchas veces fue la comidilla en el café, en la tertulia, en la plática de sobremesa, incluso dentro de la universidad, ahora estése tranquila, un nuevo gobierno estará al frente de la República, ya puede visitar otra vez Neiman Marcus, y no haga caso de la envidia que le tienen, según Erick Fromm, en El arte de amar (1982), la envidia es pasión, así que como se ha dado cuenta, los mexicanos somos bastante APASIONADOS, con ello van las malas lenguas, y el veneno que supuran los que no la quieren, no entienden que los jueces que le dieron su absolución, son la máxima representación de la pureza y honradez en el país y sería imposible que se hayan corrompido, nadie tiene esa duda, y quien la tenga, que los revisen y vean si entre sus pertenencias hay alguna de estas marcas: Gucci, Louis Vouitton, Chanel, Christian Dior Yves Saint Laurent, Tiffany, Piaget Audemars, Hermes o Prada, no lo creo, los jueces son humildes en su ser y su vestir, además lo poquito que ganan no lo gastarían en garras y si los hubieran sobornado no lo invertirían en pagar un reloj, creo que lo destinarían a la casa que están pagando de Infonavit.
Bueno, maestra, espero que con esta carta, se sienta usted más cómoda, y acepte las disculpas que le pedimos muchos mexicanos por habernos equivocado, hemos sido bastante pendejos, le suplicamos que nos otorgue ese sublime perdón que unge a los humanos cuando nos sentimos equivocados. Y no haga caso cuando le vuelvan a decir que usted dispone del dinero del sindicato, ignórelos, recuerde que “la capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.. (Joseph Goebbels. 11 principios de la propaganda Nazi).
Ramón Quintana Woodstock, es columnista y comunicador en radio. Fotógrafo aficionado. Lic. en Derecho, Psicología y Comunicación.